Mi cabeza dice que te olvide, pero mi corazón no me lo permite.

29 de febrero de 2012

Let's destroy the world.

Abres los ojos y te da miedo levantarte de la cama. Mil cosas rondan por tu cabeza. ¡QUÉ PARE YA! No quieres levantarte de la cama por miedo a caer. No quieres levantarte de la cama por miedo a la rutina. No quieres levantarte de la cama por miedo a ti misma. Últimamente, ¿eres feliz? No, eso crees, ¡SOLO CREES! Finalmente te levantas, pensando que hoy sería el día, aquel preciado día en el que las cosas cambiarían. Comes, poco a poco, disfrutando de cada momento. Paras un segundo y analizas la situación. ¿Merece la pena vivir así? Gritos dan vueltas en tu pensamiento y te sacan de quicio. Respiras agitadamente. Nada es como antes. Tus lágrimas caen. Terminas de comer. Te preparas en tu habitación para hacer algo 

Todo se vuelve oscuro. ¿Lo sientes? Viajas sin tener constancia de que estás perdiendo segundos de la vida que nunca podrás recuperar. Segundos de la vida en los que podrías estar sonriendo. Aunque sea intentándolo. Desde hace un periodo de tiempo crees que nada merece la pena. Desde hace un periodo de tiempo sientes como que no eres la hija de tus padres. Desde hace un periodo de tiempo sientes como si nunca hubieras conocido a tus amigos. Desde hace un periodo de tiempo sientes como si no sirvieras para nada, solo para hacer un bulto en este "asqueroso" lugar. Desde hace un periodo de tiempo sientes como si fueras la oveja negra del rebaño, pero un rebaño echo por todas los seres vivos que ocupan el espacio. Recuerdas esos días en los que todo parecía tan fácil. Divagas. ¿No sería mejor desaparecer? ¿No dejar huella? Ves una feria a lo lejos, poco después de abrir esos pesados párpados. Una noria gira en lo alto del cielo. La última vez que te subiste en una noria fue hace un par de meses, con una de las personas más importantes de tu vida. Respiras agitadamente. Nada es como antes. Tus lágrimas vuelven a caer. Te limpias hábilmente, no quieres que nadie experimente lo que tú vives en este momento. ¿Qué pasaría si, dentro de otros pares de meses, volvieras a ver una revelación que te volviera a llenar de alegría y plenitud? ¡SEGUIRÍAS, SEGUIRÍAS! "Las cosas pasan por algo", te dice tu corazón, aunque tu cabeza te dice "ignorante, eso es lo que eres". El mundo se apaga y te sientes sola. El mundo se apaga y tu enciendes tu reproductor de música. ¿De verdad crees que todo volverá a la normalidad y los problemas se resolverán solos por escuchar cuatro canciones de rock y tararear un rato? Por ahí circulaba una frase que decía "es mejor quemarse que consumirse", pero tu corazón hace "bum, bum, bum" y tu cabeza da un giro de 180 grados y espera. Se desconecta y se resetea. No es mejor quemarse, es mejor luchar. Todo se vuelve oscuro. ¿Qué ha pasado? Un túnel te rodea, tanto en tu forma de ver la vida y tanto en ella. Un punto blanquecino se encuentra en un apartado lugar, muy lejos de ti. A lo mejor, si consigues llegar, todo tendría color. Sal del túnel. ¡Y CUÁNDO DIGO QUE SALGAS, SAL!

Dicen que soy una soñadora, pero creo que no soy la única que crees que si tienes fe, todo irá a mejor.

9 de febrero de 2012

Buscamos esa habilidad para ser feliz por encima de todo.

Los labios blancos, el rostro pálido. Respiración en copos de nieves. Los pulmones quemados y con un sabor amargo en sus labios. Casa seca, ropa mojada. Ojos cansados, garganta seca. La luz se fue, el día terminó. Dicen que ella le pega a lo más duro, y que sueña despierta desde los 18, pero últimamente parece claudicar, cae como un castillo de Naipes, y dicen que la desdicha nunca avisa porque somo títeres enloquecidos por un par de gramos; ella no quiere salir fuera esta noche y con el humo de una pipa regresa a casa o vende su amor entre hombres, y es que hace demasiado frío para que un ángel pueda volar. Últimamente su rostro parece hundirse poco a poco, se marchita y se demora. Grita, pide auxilio. Piensa que las peores cosas solo le ocurren a ella y que nosotros le ganamos en la carrera que es la vida con ventaja. No quiere que la vean, desea desaparecer. Trata de nadar y mantenerse a flote. Cubierta de blanco cierra los ojos por millonésima vez. Una vida mejor la espera. Esta harta, piensa que esta vez va a desaparecer en la oscura noche. Se dirige hacia abajo. Hace demasiado frío afuera para que los ángeles puedan volar. Incluso a morir.

Dices que me vas a dejar ir, pero eso es mentira.

La desolación llama a mi puerta pero yo ya la conozco. Corro, huyo de aquí y desaparezco con la esperanza de que no ocurra la desgracia sucedida la última vez. Mis lágrimas se dispersan por lo largo de mi rostro y no intento mirar atrás. Caigo en la tentación y sucede. Lo hago, dejo caer mi mirada en lo más profundo y oscuro y ¡PLAS! me estampo contra un muro. Ese muro es un impedimento, pero no dejaré que me sea un obstáculo más en mi vida. Dicen que ella le pega a lo más duro, así que yo voy a hacer lo mismo. Sueño despierta, sueño con que logro todo lo que quiero y que nada me hace sufrir. Soy un títere, un títere al que manipulan día y noche. Vendo mi amor a quien menos lo aprecio. Cierro los ojos, relato mi historia por una vida mejor y un sonido ruge en mis oídos. Llevo por este camino desde que tengo consciencia de mis actos. Esta noche no quiero salir. Esta tarde no quiero salir. Esta mañana no quiero salir. No quiero salir, no quiero salir, no quiero salir. Quiero volar. ¡PLAS! Escombros rotos en millones de pedazos caen en mis manos, así como un obsequio que destruir. Ese muro que me impedía continuar roto está. Una cálida sonrisa se asoma por las comisuras de mi boca y bualá, un arco de luz hace que mis ojos se abran. Abrirse en un sentido  distinto al que piensas. Una luz me llena. Sí, exacto, me llena, pero de plenitud y satisfacción. Soy feliz, no voy a cambiar, y esto es una afirmación, ¡lo juro!
"Luz, llévame contigo"